3 consejos para aumentar tu creatividad
Primero tenemos que ver cómo definimos a la creatividad. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de creatividad? Algunos creen que las personas más creativas son los artistas. Otros que son aquellos que se dedican a la ciencia, porque su forma de pensar es más fructífera. Sin embargo, independientemente de la profesión, las personas creativas tienen algo en común.
Algunas definiciones:
Arthur Koestler (1964): “El acto creativo no crea algo de la nada, redescubre, selecciona, reformula, combina y sintetiza hechos, ideas, facultades y habilidades existentes”.
James Webb Young (1972): «La creatividad es la capacidad de crear ideas. Y una idea no es más que la asociación de materiales viejos».
J.P. Guilford (1986): «La creatividad está caracterizada por la fluidez, la flexibilidad, la originalidad, su capacidad de establecer asociaciones lejanas, la sensibilidad ante los problemas y la posibilidad de redefinir las cuestiones».
Las ideas más creativas no son pensamientos al azar de nuestra mente. De hecho, son el resultado de una iteración de esos pensamientos.
¿Cómo podemos mejorar nuestra creatividad? Hay tres métodos simples:
1. Buscar momentos a solas
Dado que nuestros dispositivos móviles están constantemente con nosotros, rara vez nos quedamos a solas. Hay llamadas, notificaciones y más notificaciones…Y para mejorar la creatividad, hay que tomarse un tiempo para estar solos. Estamos tan atados a la tecnología que casi nunca podemos encontrar ese tiempo.
Normalmente los momentos “eureka” suelen ocurrir en soledad, cuando no hay ninguna distracción.
2. Enfrentar las indecisiones
Algunos podrían argumentar que es necesario hacer todo lo posible para vivir al máximo. Sin embargo, estas palabras pueden ser interpretadas de diferentes maneras, y pueden animar a la gente a hacer cosas estúpidas. Este punto solo toma en cuenta a aquellos que no se atreven a hacer nada.
El pensamiento creativo se mejora a través de la experiencia. Al sumergirnos en un nuevo reto, practicamos y resolvemos problemas que nunca han sido resueltos desde nuestra perspectiva.
Las mentes más grandes de todos los tiempos estaban convencidos de que cambiaban el mundo. Para tener una nueva situación, hay que estar dispuestos a hacer lo que otros no se atreven.
3. Amar lo que se hace
Los anglosajones llaman “flow” a la sensación positiva que ocurre cuando se hace lo que realmente gusta. Es la misma sensación que se siente el programador que pasa sentado en un ordenador durante 15 horas. Y cada uno de nosotros puede tener esa sensación.
Tienes que ser tanto espectador como participante. Encuentra una actividad que te guste, te permitirá descubrir tu creatividad y tus puntos fuertes.
¡Hay que ejercitar a la mente!
Fuente: Lifehacker