Y de postre, plástico
La contaminación por plástico es realmente un problema y los procesos de reciclaje no dan abasto para deshacerse de toda la cantidad de plástico que generas nuestras sociedades. Hasta veinte kilos de plástico es lo que llegamos a ingerir al cabo de una vida. Esta cifra es la que se desprende de una información que realizó la agencia Reuters llamado “Un plato de plástico”.
Una gran mayoría de los residuos plásticos de gran tamaño, como las bolsas o las botellas, que llegan hasta los vertederos se rompen en trozos más pequeños. Estos trozos van disminuyendo su tamaño hasta convertirse en microplásticos. Trocitos de alrededor de 5 milímetros o menos que al final acaban por diseminarse por los océanos y tierras de cultivo. Un estudio publicado en la revista Nature Comunications calculó la cantidad de microplásticos que había en el océano Atlántico. Las muestras recogidas hasta una profundidad de 200 metros indicaban lapresencia de entre 12 y 21 millones de toneladas métricas de microplásticos. Estos residuos acaban pasando a la cadena trófica al ser ingeridos por los peces que nos comemos. Los microplásticos también pueden ser arrastrados por el viento depositándose en las tierras que se utilizan para el cultivo de alimento o en los campos de pastoreo de los animales. Se han llegado descubrir residuos no solo en el tracto intestinal, sino también en tejidos cerebrales y pulmones.
Las consecuencias que esta contaminación por plástico nos puede acarrear a nivel de nuestra salud va desde disfunciones en el sistema endocrino a problemas los sistemas de reproducción humana y animal, e incluso cáncer.
Este problema, lamentablemente, no cambiara hasta que eliminemos completamente los plásticos, sobre todo los de un solo uso, ya que como comentábamos al principio, los sistemas de reciclaje resultan insuficientes para la ingente cantidad de residuos que producimos constantemente.
Fuente: ecoosfera, Wikipedia, reuters