Un bioescudo para el espacio
Los seres humanos se enfrentan múltiples desafíos muy peligrosos durante los viajes al espacio. Uno de ellos es la radiación. Actualmente no hay un blindaje lo suficientemente eficaz que proteja a los astronautas cuando se embarcan en sus misiones al espacio. En nuestro planeta la magnetosfera nos protege de las radiaciones producidas por las erupciones solares y los rayos cósmicos que atraviesan el sistema solar. Los astronautas en la Estación Espacial Internacional, ISS por sus siglas en inglés, reciben dosis altas de radiación, pero al estar cerca de la tierra, unos 400 kilómetros de altura, se benefician del escudo protector que tiene la Tierra.
Pie de foto: Imagen de hongos
Ahora bien, todo esto puede cambiar de mano de unos hongos. En un paper publicado en BioRxiv un tipo de hongo que se desarrolla en ambientes de alta radiación llamado Cladosporium sphaerospermun podría formar un bioescudo alrededor de los astronautas en el espacio. En el año 2019 investigadores enviaron a la ISS algunos de estos hongos para estudiar su crecimiento durante 30 días y medir la cantidad de radiación que pasaba a través de ellos comparándola con una muestra de control sin hongos.
El experimento mostró que los niveles de radiación debajo de una capa de hongos de 1,7 mm de espesor eran un 2,17% más bajos que los del control. Además, el hongo creció un 21% más rápido que en la Tierra, lo que significa que la capacidad del hongo para actuar como escudo protector se volvería más fuerte cuanto más dure una misión.