Buenas noticias en la recuperación de la capa de ozono. El Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal en su informe cuatrienial confirma que la eliminación de las sustancias que la dañaban están disminuyendo.

La capa de ozono es una fina capa de gas que se encuentra en la estratosfera y protege a la Tierra de la radiación ultravioleta dañina del sol. A finales del siglo XX, se descubrió que la capa de ozono estaba siendo dañada por ciertos compuestos químicos, conocidos como los clorofluorocarbonos (CFCs), que se liberaban en la atmósfera.

La capa de ozono se encuentra principalmente en la estratosfera, entre 20 y 30 km sobre la superficie terrestre. La capa de ozono es esencial para la vida en la Tierra, ya que absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta (UV) dañina del sol. Sin la capa de ozono, la radiación UV aumentaría en la superficie terrestre, lo que podría causar cáncer de piel, cataratas y otros problemas de salud en los seres humanos y animales, así como dañar los ecosistemas terrestres y acuáticos.

Imagen de la atmosfera terrestre

A finales del siglo XX, se descubrió que la capa de ozono estaba siendo dañada por ciertos compuestos químicos, conocidos como los clorofluorocarbonos (CFCs), que se liberaban en la atmósfera. Los CFCs son utilizados en refrigeradores, aires acondicionados, aerosoles y otros productos. Cuando los CFCs llegan a la estratosfera, reaccionan con el ozono y lo destruyen.

Ante esta situacion se implemento el Protocolo de Montreal en 1987, que es un tratado internacional que prohíbe el uso de los CFCs y otros compuestos que dañan la capa de ozono. Desde entonces, se han implementado medidas para reducir la liberación de estos compuestos en la atmósfera. Como resultado, la capa de ozono se ha recuperado en algunas áreas, y se espera que continúe haciéndolo en el futuro.

Aunque la recuperación de la capa de ozono es un logro importante, todavía hay desafíos por enfrentar. Por ejemplo, todavía se liberan algunos compuestos que dañan la capa de ozono, como los hidroclorofluorocarbonos (HCFCs), que son sustitutos menos dañinos de los CFCs pero aun asi son dañinos para la capa de ozono. Además, el cambio climático está afectando a la capa de ozono de varias maneras, incluyendo la formación de nubes de tormenta en la estratosfera que pueden destruir el ozono.

Fuente: ONU