Un estudio revela que la Corriente Circular del Atlántico podría dejar una Europa inhabitable en la década de 2030

Un nuevo estudio publicado en Science Advances advierte sobre la posibilidad de que la Corriente Meridional de Retorno del Atlántico (AMOC) colapse en la década de 2030, con potenciales efectos devastadores para Europa. La investigación, realizada por expertos en clima y océanos, sugiere que el colapso de esta corriente podría llevar a cambios climáticos extremos, haciendo que partes de Europa sean difíciles de habitar.

Los investigadores emplearon modelos climáticos avanzados para analizar el impacto del calentamiento global y la acelerada pérdida de hielo en Groenlandia en la estabilidad de AMOC. Sus descubrimientos indican que, de continuar las tendencias actuales, la circulación oceánica podría detenerse, lo que resultaría en inviernos más severos, veranos extremadamente calurosos y una mayor frecuencia de eventos climáticos extremos en Europa.

En este sentido, Antonio Turiel, investigador científico en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, advierte que «sin el efecto benéfico de esta corriente oceánica, que aporta calor y humedad a Europa, el continente tendería al clima que le correspondería por la latitud a la que se encuentra, similar a la de Canadá o la del sur de Siberia».

 

Imagen generada por IA de un posible mapa de Europa en la década de 2030 con casi todo el continente sepultado bajo la nieve

 

Por otra parte, investigadores de la Universidad de Copenhague publicaron en Nature Communications un estudio sobre estimaciones del futuro de la AMOC, señalando que «colapsará, con un 95% por ciento de certeza, entre 2025 y 2095. Lo más probable es que esto ocurra en 34 años, en 2057″, lo que podría generar grandes desafíos mucho antes de lo esperado, particularmente el calentamiento en los trópicos y el aumento de las tormentas en la región del Atlántico Norte.

Estos hallazgos ponen de manifiesto una vez más la urgencia de implementar medidas globales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global. Asimismo, los científicos instan a los gobiernos a tomar acciones decisivas para proteger el equilibrio de los sistemas climáticos y evitar así un futuro catastrófico para los habitantes del viejo continente.