Cuando el infierno cautiva las miradas

Visitantes en el museo del prado, en Madrid

El jardín de las delicias, en el Museo del Prado, Madrid – Álvaro García

«El jardín de las delicias» de El Bosco, un tríptico que representa el destino de la humanidad, a través de sus tres paneles (Paraíso Terrenal, la Tierra y el Infierno), es la obra más contemplada por el público del Museo del Prado. Un reciente estudio realizado por el Grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández, en colaboración con el museo, ha llegado a esta conclusión luego de analizar la atención de los visitantes a esta obra.

El estudio, que utilizó tecnología de seguimiento ocular en 52 voluntarios, reveló que el Infierno, y en particular el supuesto autorretrato del pintor en esta sección, es lo que más atrae la mirada de los observadores. Se midió la posición de los visitantes, el tiempo de observación, el tamaño de las pupilas y los movimientos oculares para determinar qué partes del cuadro captan mayor atención.

Una vista del cuadro "El jardín de las delicias" de El Bosco.

Vista en detalle del mapa de calor con las partes mas observadas en rojo.  Museo Nacional del Prado.

Los resultados mostraron que los visitantes suelen comenzar su recorrido visual por el Paraíso, continuar por la Tierra y finalizar en el Infierno, y que es esta última la sección más observada. En concreto, se dedican 33,2 segundos por metro cuadrado al Infierno, en comparación con los 26 segundos de la tabla central y los 16 del Paraíso. Además del autorretrato, figuras como la Batalla, las Orejas, la Monja y el Monstruo en el Infierno, la Fuente y los Pájaros en la Tierra, y la Fuente y Dios en el Paraíso, son las más vistas.

El tríptico, que fue adquirido por Felipe II y ha sido objeto de admiración y debate durante siglos, transmite un mensaje pesimista sobre la fragilidad de la felicidad y los peligros de los placeres. A pesar de no estar firmado, su atribución a El Bosco es indiscutible, y su historia, desde el palacio de Nassau hasta el Museo del Prado, sigue fascinando a los visitantes, quienes debaten sobre su significado tal como lo hacían las élites de la época.

Fuente: diario El País