Cuando Alex Kachkine, levantó la mano en una subasta online, no imaginaba que estaba comprando una joya herida del arte flamenco. El lienzo, una Adoración de los Reyes Magos del siglo XV, llegaba con el rostro de la virgen casi borrado y capas de suciedad que ocultaban la escena. Para un coleccionista, era una ruina. Pero para Kachkine, investigador del departamento de ingeniería mecánica del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y autodidacta en historia del arte, era el desafío perfecto para su proyecto: una inteligencia artificial entrenada para restaurar obras antiguas.

La IA no se limita a “rellenar huecos”, sino que analiza estilos, proporciones, pigmentos y trazos con un nivel de detalle casi obsesivo. Alimentada con una base de datos de miles de obras flamencas, aprendió a reconstruir las partes dañadas como lo haría un maestro del siglo XV. Durante semanas, la máquina propuso capas virtuales de restauración que luego se aplicaron físicamente con la ayuda de expertos conservadores.

El resultado es una pequeña revolución: un cuadro que había sido descartado como irreparable ahora luce en todo su esplendor. Los colores recobraron vida, las expresiones regresaron al lienzo y hasta las sombras recuperaron su profundidad. Lo que era un objeto decorativo polvoriento se convirtió en una pieza que ha despertado el interés de museos europeos.

La hazaña ha sido documentada y publicada en la revista Nature, donde se reconoce el potencial de esta tecnología para rescatar patrimonio olvidado. El trabajo de Kachkine marca un antes y un después en la relación entre arte, tecnología y memoria.

Fuente: ElPais.com