El problema de la desertificación en España
El pasado 17de junio se celebró el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía. Esta fecha fue elegida por la ONU para concienciar del grave problema que supone la degradación de las tierras y dar a conocer las iniciativas para revertir la situación. Las zonas en peligro de sufrir desertificación son las áreas áridas, semiáridas y subhúmedas. Estas zonas son aquellas en las que la relación entre la precipitación anual y la evapotranspiración potencial se encuentra entre el 0,05 y el 0,65.
Nuestro país no es ajeno a este problema y grandes zonas del territorio se encuentran bajo una amenaza grave de desertificación. España tiene dos terceras partes del territorio pertenecientes a la categoría de áreas áridas, semiáridas y subhúmedas. Entre el 75% y el 80% del territorio está en riesgo de convertirse en desierto a lo largo de este siglo. En particular la región mediterránea es una de las zonas más sensibles a este proceso de desertificación. Las causas son múltiples, desde la extrema variabilidad entre fases de lluvia extrema y sequía, el relieve desigual y la pérdida de masa forestal, hasta la concentración de actividad económica en las zonas costeras y la explotación insostenible de recursos hídricos subterráneos.
Además de los problemas mencionados anteriormente, debemos señalar la pertinaz sequía que sufren las cuencas hidrográficas de nuestro país. Un fenómeno, la sequía, que se agravará en un futuro cercano debido al cambio climático. Para evitar este escenario es necesario que se cumplan una serie de objetivos como la reducción en un 55% de emisiones de CO2 en el año 2030 respecto a 1990 y llegar al cero en 2040, acabar con la sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos, desarrollo de una política forestal en consonancia con las necesidades del país, un cambio del modelo de explotación agrícola y frenar la expansión de la ganadería industrial.
Fuentes: MITECO, Greenpeace