Una nueva esperanza contra el glaucoma: microesferas inteligentes que liberan fármacos

El glaucoma es una de las principales causas de ceguera irreversible en el mundo. Se trata de una enfermedad silenciosa que va dañando poco a poco el nervio óptico, generalmente asociada a una presión intraocular elevada. A menudo, cuando el paciente nota los síntomas, el daño ya es avanzado. Por eso, encontrar nuevas formas de tratarla de forma eficaz y prolongada es fundamental.

Ahora, un equipo de investigación de la Universidad de Valladolid y el Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) ha dado un paso prometedor: han desarrollado microesferas biodegradables cargadas con una combinación de fármacos que podrían revolucionar el tratamiento del glaucoma. Estas microesferas actúan como pequeños transportadores que liberan el medicamento de forma controlada y sostenida en el ojo. Lo interesante es que no solo bajan la presión ocular, sino que también protegen las neuronas del nervio óptico, ofreciendo un enfoque más integral y duradero para la enfermedad.

Los tratamientos actuales suelen requerir el uso diario de colirios, algo que muchas personas olvidan o no toleran bien. En cambio, esta nueva tecnología podría aplicarse de forma mucho más espaciada, mejorando la calidad de vida de los pacientes y aumentando la eficacia del tratamiento. La eficacia de esta innovadora formulación, publicada en la revista Drug Delivery, se ha probado en un modelo animal de glaucoma crónico en ratas. Tras dos aplicaciones de las microesferas con triple carga de fármacos, el equipo de investigadores observó una reducción de la presión intraocular y una mejora en la función de las células ganglionares de la retina, fundamentales para la transmisión de señales visuales al cerebro.

Aunque todavía está en fase preclínica, esta innovación representa una esperanza real para quienes conviven con el glaucoma. Es un ejemplo claro de cómo la ciencia y la tecnología pueden aliarse para ofrecer soluciones más humanas, cómodas y efectivas.

Imagen de Tobias Dahlberg en Pixabay

Fuente: https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/10717544.2025.2484277