Entornos virtuales 3D para el aprendizaje

siatdi_realidad-virtualLos nuevos retos que afronta la sociedad ponen de relieve una necesaria tranformación de la educación. Preparar a los estudiantes para el aprendizaje en el siglo XXI representa un desafío para los educadores.

La competencia digital que deben desarrollar los docentes no sólo supone la capacidad de movilizar los conocimientos, habilidades y actitudes para utilizar las TIC de manera eficiente y eficaz, sino también para mejorar y transformar las prácticas de aula, enriquecer su propio desarrollo profesional y su identidad, así como la de sus estudiantes.

Los entornos 3D son escenarios viables para el desarrollo de actividades didácticas.

Los entornos virtuales 3D son altamente inmersivos e interactivos, y pueden ser una tecnología prometedora para simular escenarios reales y ofrecer nuevas oportunidades de aprendizaje. Por ejemplo, Second Life u OpenSim, son comunidades online que simulan espacios físicos en tres dimensiones, similares a la realidad o no, y que permiten a los usuarios a través de su avatares, interactuar entre sí y con el entorno, y utilizar, crear e intercambiar objetos.

Características

Según Atkins (2009) se trata de entornos inmersivos, interactivos, personalizables, accesibles y programables, con numerosas potencialidades para prácticas e investigaciones educativas (Esteve y Gisbert, 2013).

La interactividad es una de las características más destacables y claves de estos entornos según Eseryel, Guo y Law (2012). Para que la interacción sea efectiva y atractiva es necesario tener en cuenta la navegación dentro del entorno, que el usuario entienda qué debe hacer y por donde debe ir, la correcta visualización de la información y el aspecto de la interfaz.

Otra característica destacada es la sensación de inmersión que ofrece esta tecnología (Olasoji y Henderson­Begg, 2010), frente a otras plataformas utilizadas también en educación. La posibilidad de comunicarse, interaccionar y colaborar con los demás es otra de las potencialidades educativas de estos entornos (Eseryel et al., 2012).

Otro aspecto a destacar es la motivación, debido al elevado número de estímulos sensoriales (visuales, auditivos y táctiles) y a la percepción del entorno como similar a la realidad (Wilson et al., 2009).

Los entornos virtuales 3D permiten el diseño y la realización de actividades didácticas prácticas, contextualizadas y basadas en problemas reales que pueden ser introducidas en la formación impartida en las facultades, trabajada de manera colaborativa por los estudiantes y con la guía del profesorado.

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Fuente: RELATEC