Agosto bajo las estrellas
Lluvias, conjunciones y cielos espectaculares
Las cálidas noches de agosto ofrecen una ventana privilegiada al cielo, repleta de fenómenos astronómicos que invitan a alejarse de la contaminación lumínica y mirar hacia arriba. Entre ellos, destacan las Delta Acuáridas, activas hasta el 23 de agosto, con un pico de actividad entre la noche del 30 y la madrugada del 31 de julio. Estas estrellas fugaces, originadas por el cometa 96P Machholz, cruzan el cielo a 41 km por segundo desde su radiante en la constelación de Acuario. La observación será óptima a partir de la medianoche, cuando la Luna menguante se oculte bajo el horizonte.
Más espectaculares aún son las Perseidas, o lágrimas de San Lorenzo, que atraviesan nuestra atmósfera del 17 de julio al 24 de agosto. Su actividad alcanza hasta 200 meteoros por hora y su punto álgido llegará el 12 de agosto a las 22 h, aunque la Luna llena dificultará su visibilidad. Su radiante se sitúa en la constelación de Perseo y su origen es el cometa Swift-Tuttle. Para aumentar las probabilidades de avistamiento, se recomienda mirar en dirección opuesta a la Luna, en lugares abiertos y oscuros, sin telescopios.
El calendario astronómico de agosto también incluye eventos planetarios destacados. El día 10 se producirá una conjunción poco frecuente: seis planetas —Mercurio, Venus, Júpiter, Urano, Neptuno y Saturno— serán visibles una hora antes del amanecer, aunque solo los cuatro más brillantes podrán observarse sin telescopio. Ese mismo mes, la Luna protagonizará encuentros cercanos con Saturno, Neptuno, Júpiter, Venus y Mercurio, entre los días 12 y 21. La Luna llena del 9 de agosto, conocida como Luna del Esturión por las tribus nativas del nordeste estadounidense, iluminará intensamente el cielo.
Por último, el cielo veraniego del hemisferio norte se adorna con el Triángulo del Verano, un asterismo formado por Altair, Deneb y Vega, pertenecientes a las constelaciones del Águila, el Cisne y Lira, respectivamente. Esta figura señala la ubicación de la Vía Láctea, que en estas fechas muestra su zona más espectacular: el centro galáctico, donde se esconde Sagitario A*, un agujero negro supermasivo con una masa equivalente a cuatro millones de soles.