Los 8 pilares de la innovación
Las mayores innovaciones son las que damos por sentado, como las bombillas, la refrigeración y la penicilina. Pero en un mundo donde lo milagroso se convierte rápidamente un lugar común, ¿cómo puede una empresa mantener un espíritu de innovación año tras año? Desarrollar una cultura que permita la innovación es la clave.
1. Tener una misión que importe
El trabajo puede ser más que un trabajo cuando se representa algo que importa. Estar comprometidos con la misión es fundamental.
2. Pensar en grande pero empezar poco a poco
No importa lo ambicioso del plan, hay que subirse las mangas y empezar por alguna parte. Un ejemplo, Google Books que ha logrado reunir millones de libros online. Al principio la mayoría pensó que la idea de Larry Page era demasiado alocada como para intentarla, pero él siguió adelante, compró un escáner y lo puso en su oficina. Poco a poco se dieron cuenta que llevar los libros a todo el mundo era posible.
3. Luchar por la innovación continua, no por una perfección instantánea
A veces hay que realizar demasiados cambios e iteraciones para llegar al modelo deseado. Para poder avanzar hay que ser capaces de trabajar y aprender con rapidez.
4. Buscar ideas por TODAS PARTES
Hay que escuchar las ideas de todo el mundo. A veces las mejores ideas surgen de un brainstorming casual, por ejemplo, en ese descanso para el almuerzo con todo el personal.
5. Compartir todo
Hay que tener a los empleados informados sobre lo que esta pasando y por qué se toman las decisiones. Al compartir, se anima al debate, intercambio y reinterpretación de las ideas. Esto puede conducir a resultados inesperados e innovadores.
6. Una chispa para la imaginación, un combustible para los datos
Lo que comienza con la intuición luego se alimenta de ideas.
7. Ser una plataforma
Hay que creer en el poder de las tecnologías abiertas. Permiten a cualquier persona, en cualquier lugar, aplicar sus habilidades, perspectivas y pasiones para la creación de nuevos productos.
8. Nunca dejar de fallar
La gente recuerda más sus éxitos que sus fallos. Está bien aprender de los errores y corregirlos rápidamente. Pero aprender a asumir los fracasos permite asumir riesgos. El ámbito de la tecnología es muy dinámico, en el momento que se dejan de tomar riesgos es el momento en que te quedas atrás.
Fuente: Think With Google