Creatividad combinatoria y el mito de la originalidad
Hay una desconexión cultural entra la curiosidad y el mito de la ideación espontánea –el ¡Eureka!, el golpe de genio– cuando en realidad las «nuevas» ideas son una amalgama de combinaciones creativas. Para crear hay que combinar los bits existentes de conocimientos, ideas y recuerdos, en nuevos materiales y nuevas interpretaciones del mundo, es decir, conectar ideas aparentemente disociadas, ver patrones donde otros ven caos.
Los creadores más reconocidos han reconocido el poder de tener una mente sintetizadora y han abogado por adoptar una creatividad combinatoria.
«La creatividad es simplemente conectar cosas”. Steve Jobs
«Sustancialmente todas las ideas son de segunda mano». Mark Twain.
No importa lo mucho que sepamos sobre el cerebro y el funcionamiento interno de la creatividad, el propio proceso creativo nunca será fácil. Cuanto más conscientes seamos de que tenemos un problema que requiere una solución innovadora, más posibilidades tendremos de arrinconarnos en espacios familiares, arraigados en nuestros patrones habituales de pensamiento que nos llevan al mismo sitio.
Para evitar esto podemos optimizar nuestras mentes a favor de la creatividad combinatoria, enriqueciendo nuestra piscina mental con recursos diversos, eclécticos, interdisciplinares, que se fusionen en nuevas combinaciones.
La creatividad, después de todo, es muy parecido a LEGO, si sólo tenemos un par de ladrillos de una forma, tamaño y color, lo que construyamos acabará siempre en algo monótono y uniforme, pero si nos dotamos de una bolsa de ladrillos de diferentes colores, formas y tamaños, podemos construir grandes innovaciones.
Fuente: Smithsonian