Nuevo diagnóstico de alergias respiratorias sin pruebas invasivas

Innovación

Alergias, diagnóstico

26 noviembre 2023

Un equipo de investigación multidisciplinar del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y Plataforma en Nanomedicina (Ibima Plataforma Bionand) ha logrado identificar los mecanismos responsables de la alergia respiratoria local, un avance significativo que podría mejorar el diagnóstico y tratamiento para aquellos pacientes alérgicos que dan negativo en las pruebas habituales. Este grupo de pacientes, a pesar de presentar síntomas de alergia respiratoria, no obtenía un diagnóstico claro, lo que aumentaba el riesgo de complicaciones. La investigación se ha publicado en la revista Allergy y ha sido liderada por María José Torres, catedrática de la Universidad de Málaga y presidenta de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, y la doctora Cristobalina Mayorga, co-investigadora responsable del grupo de investigación ‘Enfermedades alérgicas a fármacos y alérgenos’.

La alergia respiratoria (rinitis, conjuntivitis y asma) es una de las principales enfermedades crónicas en niños y adultos. Los actuales métodos de diagnóstico son largos, laboriosos y requieren personal entrenado y recursos técnicos. Esto limita su implementación en todos los centros de salud, lo que dificulta la identificación de desencadenantes alérgicos en pacientes no atópicos. Estos pacientes, que dan negativo en las pruebas convencionales, enfrentan restricciones en el acceso a la inmunoterapia con alérgenos, lo que puede provocar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, los nuevos hallazgos ofrecen una alternativa al proponer pruebas de sangre que pueden realizarse sin la necesidad de exponer al paciente a un alérgeno en el momento, siendo más sencillas, rápidas y seguras.

Este avance podría transformar la forma en que se diagnostican y tratan las alergias respiratorias, permitiendo una identificación más amplia de desencadenantes y, por ende, beneficiando a más pacientes con un tratamiento más efectivo.

Fuente: La Opinión de Málaga