Oídos biológicos para la detección y el control de robots

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU) han conectado con éxito el oído de una langosta muerta a un robot que responde con movimientos a los sonidos captados por el órgano del insecto. El estudio, publicado en la revista Sensors, demuestra un enfoque biotecnológico híbrido, que integra un oído timpánico de langosta con una plataforma robótica. Esta investigación es un punto de partida para dotar a máquinas y a seres humanos de super-sentidos.

«Elegimos el sentido del oído porque se puede comparar fácilmente con las tecnologías existentes, en contraste con el sentido del olfato, por ejemplo, donde el desafío es mucho mayor. » Dr. Ben M. Maoz

El equipo de investigadores,  liderados por el estudiante de doctorado Idal Fischer, afirma que una vez perfeccionado su sistema de Ear-on-a-Chip, el robot podrá escuchar sonidos más lejanos de lo que podemos hacer los humanos, consumiendo mucha menos energía que cualquier dispositivo electrónico actual. Y es que la eficiencia energética y la sensibilidad de los órganos sensitivos bilógicos respecto de los sintéticos son las razones fundamentales por las que esta tecnología tiene un potencial ilimitado, según el Dr. Ben M. Maoz —director del estudio y profesor de la facultad de ingeniería Aladar Fleischman y en el colegio de neurociencia Sago. 

Con este estudio se abre la posibilidad de crear robots con sentidos super desarrollados como el olfato de los canes o el oído de ciertos insectos y aves, pero también, según los propios investigadores, es un primer paso para la integración de estos super-sentidos en humanos.

Oído de langosta en chip

El oído de una langosta dentro de un chip sensorial especial.
(UNIVERSIDAD DE TEL AVIV)

Fuente: Sensors «Ear-Bot: plataforma biohíbrida Locust Ear-on-a-Chip»